Revisar y medir la combustión de una caldera doméstica con analizadores de combustión tiene dos beneficios muy claros: se evitan peligros al usuario (una mala combustión puede liberar demasiado CO, gas altamente nocivo) y se optimiza el rendimiento del sistema, lo que supone una disminución del gasto en calefacción y ACS. Además, la reducción del consumo energético beneficia al medio ambiente.